El 16 de abril de 1997, a bordo de su yate ECO, en Miami, Florida, falleció
Emilio Azcárraga Milmo, quien en sus años de gloria, al frente de Televisa, fue
considerado “el empresario más poderoso que ha visto México”.
Azcárraga Milmo nació en San
Antonio, Texas, el 6 de septiembre de 1930. A los cuarenta y dos años de edad y
en momentos particularmente difíciles para los concesionarios de la televisión
en México asumió la dirección de Telesistema Mexicano (TSM) tras la muerte de
su padre, Emilio Azcárraga Vidaurreta, ocurrida en Houston, Texas el 23 de
septiembre de 1972.
El gobierno del presidente Luis
Echeverría Álvarez entonces llegaba a su segundo año (1972), y el locuaz
presidente estimulaba fuertes críticas hacia los concesionarios de la
televisión.
Azcárraga Milmo mostró gran
habilidad para anticiparse a los planes del presidente Echeverría y negociar,
con empresarios del “Grupo Monterrey”, la fusión de Telesistema Mexicano y
Televisión Independiente de México (TIM), de la cual resultó Televisa.
Rápidamente Azcárraga Milmo logró
transformar a Televisa en el principal grupo de presión al interior del sistema
político mexicano. En 1990 se declaró soldado del Partido Revolucionario
Institucional (PRI) y cinco años después manifestó ser únicamente “soldado del
presidente”. Entre Televisa y el PRI, más que una relación de carácter
simbiótico incestuosa, es posible reconocer un intrincado sistema de
negociaciones. Azcárraga Milmo pretendía expandir el efectivo dominio de
Televisa y los presidentes en turno realizaban determinados esfuerzos para
contenderlo.
Entre 1973 y 1997, Televisa se
consolidó como la catedral de la educación sentimental en México. Azcárraga
Milmo se declaró “muy guadalupano”. Las telenovelas –que Televisa llegó a
exportar a más de 120 países- representaron formidable escaparate del culto al
guadalupanismo.
http://razonypalabra.org.mx/espejo/2007/abr23.html
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